miércoles, 15 de abril de 2015

Hans Christian Andersen, Una Historia que no habia escuchado

Muy buenos dias a mis amigos lectores que se pasean por aca, los aprecio, les recuerdo que no soy escritora (algo que me encantaria), creo que cualquiera escribe pero no cualquiera sabe hacerlo con armonía ni con esa chispa que tanto enamora, esa elegancia de unir palabras que a muchos nos estanca.

No he tenido tiempo de hacer nuevas entradas como me gustan, entre el trabajo y los oficios no me da tiempo como antes, sin embargo extraño esto... este contacto que es mas que un hobbie o un pasatiempo, yo creo que es parte de mi. Ni siquiera he podido leer! Oh Dios he estado fuera de mi jajaja,,, debo varias reseñas por alli, no se si es por el estrés pero no me he topado con un libro que me "encuere" (Que me guste muchisimo. El dialecto Venezolano es tan diverso que es dificil escribir sin que estas palabras salgan a flote y evidentemente a mi me encanta! jajaja). Así que espero buenas propuestas en sus comentarios.

Quiero un libro que me encuere! Espero sus recomendaciones...

Mientras tanto, les comento que estaba por alli navegando hace un ratico y me encontre con la historia original de La Sirenita, y no es precisamente vivir felices por siempre. Es sorprendente para mí que siendo una adulta no habia escuchado de la version original, así que he decidico compartirla con ustedes, propabablemente alguien por allí tampoco la ha leído,, 

martes, 7 de abril de 2015

Amor a las letras

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Ojalá me busques antes
de que me pierda.
Ojalá me encuentres
antes de haberme ido.

Ojalá vayas por mí antes
de que olvide cómo volver.

¡OJALÁ...!


"En verdad lamento ser tan difícil,
esa es la única palabra que encuentro
para definirme, difícil en cuanto
a mi forma de ser, mi manera de pensar,
soy difícil de tratar,
de querer, de soportar,
créeme que sé que lo soy."

Jaime Sabines

 Y para complementar mi amor a las letras, esta hermosa dama dice lo que muchos pensamos:

"Ya no tengo paciencia para algunas cosas, no porque me haya vuelto arrogante, sino simplemente porque llegué a un punto de mi vida en que no me apetece perder más tiempo con aquello que me desagrada o hiere. No tengo paciencia para el cinismo, críticas en exceso y exigencias de cualquier naturaleza. Perdí la voluntad de agradar a quien no agrado, de amar a quien no me ama y de sonreír para quien no quiere sonreírme. Ya no dedico un minuto a quien miente o quiere manipular. Decidí no convivir más con la pretensión, hipocresía, deshonestidad y elogios baratos. No consigo tolerar la erudición selectiva y la altivez académica. No me ajusto más con la barriada o el chusmerío. No soporto conflictos y comparaciones. Creo en un mundo de opuestos y por eso evito personas de carácter rígido e inflexible. En la amistad me desagrada la falta de lealtad y la traición. No me llevo nada bien con quien no sabe elogiar o incentivar. Las exageraciones me aburren y tengo dificultad en aceptar a quien no gusta de los animales. Y encima de todo ya no tengo paciencia ninguna para quien no merece mi paciencia" (Meryl Streep).

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